Hace días que el cielo
lanza finas flechas de escarcha
y los mares duermen sosegados
sobre un rumor de viento agitado.
Hace días que los marineros
naufragan a bordo de una botella.
así es la paz, gritan
así es la muerte, creo.
Yo me transformo marinero
y por mis venas
peces de colores
se deslizan sin final.
Todos sabemos
que nada es más frágil que el equilibrio,
que nada es más efímero que los buenos tiempos
y que si todo navega como un velero viejo...
La tempestad arremeterá contra mí
que soñaba cálidas auroras
en un puerto escondido
y,
amarrado a cien nudos
de tu triste alma.
Y una lágrima es más que un mar entero
y hasta al puerto le falta color
marinero de vida en blanco y negro
con alma de viejo lobo encalló.
4 comentarios:
Precioso David, me encanta, pero sabes una cosa?
Los malos tiempos, también son efímeros, si no... ¿Qué sería de nosotros?
Tienes toda la razón, lo que pasa que como tardan en pasar parece que son eternos!!Jajaja. Además tu bien sabes que no mueren del todo y que por desgracia se recuerdan hasta el final de tus días. Algo que se recuerda no es efímero...
Un besote te quiero sister
Según esto... Los buenos tambien son efímeros porque se recuerdan.
Y dejemonos de filosofar que vaya liada nos traemos. Un beso brother
Los buenos también se recuerdan pero pesan más los malos... la balanza de la justicia nunca está equilibrada y siempre pierden los buenos. Lo malo parece que pesa más que lo bueno y todos nos acordamos más de lo malo!!!
Un besote, por eso me acuerdo yo de ti, porque tú eres la mala!! jajaja.
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